Seguimos con los acontecimientos vividos durante las pasadas fiestas navideñas; hoy os mostramos la visita que pudimos realizar a las instalaciones de una de las recientes microcerveceras surgidas en Salamanca. Una micro que sin lugar a dudas va a ir dando que hablar en el panorama nacional; por puesta en acción, por calidad, por potencial y por entusiasmo.
Hace aproximadamente dos meses ya os mostramos las 3 cervezas que tienen actualmente en el mercado aunque, debido a la mejora tanto en la Bizarra "Trigo" (habiendo mejorado la carbonatación) y sobre todo, siempre bajo mi opinión, en la Bizarra "Tostada" (donde he podido apreciar una mejora sustancial, encontrándola sobre todo mucho más equilibrada) he decidido variar un poco. Podéis comprobarlo aquí.

El nombre de la cervecera, a parte de ser "contundente, con carácter y sonoro" y cuyo significado es: "persona valiente, generosa, noble o espléndida", también es un juego con la palabra "birraza"; de ahí "bizarra".
Como ya comentamos en la entrada dedicada a sus cervezas, el logo hace referencia a la capital salmantina, incluyendo la mitad de una joya conocida como "botón charro".
Pero vamos a lo que vamos....
En la calle Hoces del Duratón, número 113, nave 7, del Polígono Industrial Montalvo II de Salamanca, nos recibió Arantxa. Mientras esperábamos a Raúl, su mujer nos fue "metiendo en vereda" contándonos un poco la idea que tenían para ese primer espació de la nave donde, un poquito más al fondo de un primer recibidor donde se encontraban tres palets repletos de botellas, nos encontramos con una barra de bar, con sus taburetes, sus grifos y su minicadena musical. Allí es donde, en un futuro cercano, Cerveza Bizarra ofrecerá catas, además de ser un rincón donde empezar y terminar visitas guiadas a la fábrica de manera muy agradable. Además, Arantxa, aprovechó para contarnos que ellos mismos se encargaron de los montajes, instalaciones y adecuaciones principales de la nave.
A la izquierda de allí, y tras una elegante cortina con el logo de la cervecera, se encuentran las distintas salas de la fábrica, bien diferenciadas a ambos lados del pasillo central. En una primera instancia se encuentra el almacén de la materia prima, donde guardan las maltas y los lúpulos.
Pero es en la siguiente sala donde empieza el verdadero hacer cervecero. Allí estaba situado el molino, mucho más grande de lo que me esperaba, y la olla de cocción de 500 litros junto con su filtro, su sistema de programación de recetas y temperaturas y su intercambiador de calor por placas. En realidad el aspecto era inmejorable.
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Molino |
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Sistema de cocción, filtrado y enfriamiento |
Después pudimos ver los fermentadores de 600 litros cada uno. Estos fermentadores no son de doble camisa, así que Raúl ha ideado su propia método para controlar la temperatura, enrollando un tubo fino alrededor (supongo que por allí hará recircular agua) y recubriéndola con material aislante.
En la siguiente sala pudimos ver los típicos escurridores rojos de botellas, la embotelladora manual y la chapadora neumática.
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Embotelladora |
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Chapadora y escurridores |
Y para acabar, la sala de almacenado de pedidos, donde también se encuentra la etiquetadora manual.


Sin duda las instalaciones de está cervecera me han sorprendido muy gratamente y de hecho, Arantxa y Raúl lo tienen muy claro: su objetivo es ir expandiéndose y subiendo producción poco a poco. No dudo ni un momento que lo conseguirán ya que tienen ganas y sus cervezas son de calidad.
Por el momento la próxima elaboración será una cerveza tipo Black Ipa, tan de moda últimamente.
Por gusto personal, me gustaría destacar la cerveza Bizarra "Rubia", una Pale Ale de 5,8%, color anaranjado, espuma color marfil, carbónico suave, aromas principalmente herbales y afrutados y un sabor amargo, algo resinoso y con toque a frutas tropicales como mango o piña, ligera y sabrosa.

Así que ya sabéis, si estáis o pasáis por Salamanca, no dudéis en contactar con Cerveza Bizarra, visitar su fábrica y probar sus cervezas.
