Hoy os traemos nuestra primera receta, para empezar un postre. La tarta de Guinness que, en apariencia, simula a la famosa cerveza y que conocía desde hace tiempo pero nunca me había puesto a hacerla, así que nos hemos decidido a probar y el resultado es buenísimo.
Es una receta fácil así que os animo a que intentéis hacerla ya que seguro que os sale bien y además no sabe a cerveza, sino más bien a trufa, por lo que a todo el que le guste el chocolate le gustará esta tarta.
Tiene dos partes, una para hacer la base, que sería el cuerpo de la cerveza, y otra para la crema de arriba, que sería la espuma.
Para empezar un par de consejos:
Antes de empezar a hacer nada poner un bol en el frigorífico o congelador un par de horas, esto hará que la nata y el queso de la crema se monten y mezclen mucho mejor.
Y por otro lado, ni se os ocurra sustituir la cerveza Guinness por otra, no os saldrá bien, ya que esta cerveza hace una crema que luego va a influir mucho en la textura y consistencia de la tarta.
Ingredientes:
- 300 ml. cerveza negra Guinness
- 250 gr. de mantequilla
- 75 gr. cacao en polvo
- 300 ml. cerveza negra Guinness
- 250 gr. de mantequilla
- 75 gr. cacao en polvo
- 2 huevos
- 1 cucharada de vainilla líquida (esto es opcional, yo la puse y no la noto nada)
- 250 gr. harina para repostería
- 2 cucharadas de bicarbonato
- 1 cucharada de vainilla líquida (esto es opcional, yo la puse y no la noto nada)
- 250 gr. harina para repostería
- 2 cucharadas de bicarbonato
Para la crema de queso:
- 300 gr. queso crema (tipo Philadelphia)
- 150 gr. azúcar glas (para que no se note en la crema la textura del azúcar normal)
- 360 ml. nata líquida 35% materia grasa
- 300 gr. queso crema (tipo Philadelphia)
- 150 gr. azúcar glas (para que no se note en la crema la textura del azúcar normal)
- 360 ml. nata líquida 35% materia grasa
Elaboración:
Ponemos un cazo a fuego medio la cerveza, cuando esté caliente, pero sin llegar a hervir, añadimos la mantequilla en trozos, movemos constantemente hasta que se derrite bien, retiramos el cazo del fuego y reservamos para más tarde.
En un bol ponemos el cacao, el azúcar, la harina y el bicarbonato y lo
mezclamos hasta que queden todos los ingredientes mezclados en un color uniforme.
Cogemos otro bol y ponemos la nata líquida, los huevos y la vainilla líquida, y lo mezclamos con un batidora hasta que quede una mezcla uniforme y sin grumos; a continuación le añadimos la cerveza con mantequilla que teníamos reservado en el cazo, y volvemos a batir hasta que todo quede bien mezclado.
A continuación incorporamos el contenido del otro bol (harina, cacao, etc.) poco a poco mientras batimos (a ser posible con una batidora de varillas; si no tenéis pues con la batidora normal) un buen rato hasta conseguir una masa uniforme y sin grumos, quedará bastante
líquida pero consistente.
Pasamos la masa a un molde engrasado y lo introducimos en el horno,
previamente precalentado a 180ºC durante 50 minutos aproximadamente.
Consejo: Una forma de ver si la tarta, o cualquier bizcocho, está hecho por dentro es introducir un pincho o cuchillo; si al sacarlo sale limpio significa que esta perfectamente bien hecho.
Una vez esté hecho, sacamos del horno y dejamos enfriar sin quitar el molde. Cuando se enfríe, entonces quitamos el molde y reservamos en un plato.
Para preparar la crema de queso sacamos el bol del
congelador, añadimos el queso y la nata y vamos añadiendo el azúcar glas mientras batimos con la batidora eléctrica hasta que quede una masa bastante espesa que pondremos en la parte superior de la tarta como si fuera la espuma de la cerveza.
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